05 Apr 2021
El PNIEC 2021-2030, la hoja de ruta de la Transición Energética y del desarrollo renovable de la próxima década
El pasado 31 de marzo, el Boletín Oficial del Estado recogió la Resolución de 25 de marzo de 2021, conjunta de la Dirección General de Política Energética y Minas y de la Oficina Española de Cambio Climático, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 16 de marzo de 2021, por el que se adopta la versión final del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). Adjunta a esta resolución se encuentra el texto final del PNIEC 2021-2030, que constituye la hoja de ruta de la Transición Energética y del desarrollo renovable de la próxima década.
El Plan identifica los retos y oportunidades a lo largo de las cinco dimensiones de la Unión de la Energía: la descarbonización, incluidas las energías renovables; la eficiencia energética; la seguridad energética; el mercado interior de la energía; y la investigación, innovación y competitividad.
Asimismo, determina las líneas de actuación y la senda que, según los modelos utilizados, es la más adecuada y eficiente, maximizando las oportunidades y beneficios para la economía, el empleo, la salud y el medio ambiente; minimizando los costes y respetando las necesidades de adecuación a los sectores más intensivos en CO2.
Tras un primer análisis del texto, las medidas contempladas en la versión de enero de 2020 se mantienen:
- 42% de energías renovables en consumo final para 2030.
- 74% de electricidad renovable en el mix eléctrico de 2030.
- 23% de reducción de emisiones a 2030 (respecto a las emisiones de 1990).
- 28% de renovables en el transporte (electrificación y biocarburantes) en 2030.
- 31% de renovables en aplicaciones de calor y frío para 2030.
- 39,5% de mejora de la eficiencia energética.
Estas cifras permitirán avanzar hacia el objetivo marcado por todos los países miembros de la UE, en el que se incluye España: alcanzar la neutralidad de emisiones de GEI en 2050. Este objetivo supone la reducción de, al menos, un 90% de las emisiones brutas totales de gases de efecto invernadero respecto a 1990 para 2050. Además, se persigue alcanzar para esa fecha un sistema eléctrico 100% renovable.
Efectos en la economía y la salud
El PNIEC viene acompañado de un análisis de los efectos macroeconómicos sobre la economía y la industria española, el empleo y la salud pública. La movilización de inversiones, el ahorro de energía y un mix en el que las energías renovables (más asequibles) son las protagonistas, posibilitarán que el Producto Interior Bruto (PIB) aumente en un 1,8% en 2030 respecto a un escenario sin medidas. En concreto, entre los 16.500 y los 25.700 millones de euros.
El empleo neto anual, es decir, los puestos de trabajo adicionales y no acumulables que se crean cada año, aumentarán entre 250.000 y 350.000 personas. Se trata de un aumento del 1,7% respecto a un panorama sin las medidas del PNIEC. Solo las inversiones en renovables generarán entre 107.000 y 135.000 empleos durante la década, que beneficiará a la industria manufacturera, a la construcción, y a los servicios asociados al sector removable.
Además, permitirá ahorrar 67 mil millones de euros hasta 2030 respecto a la situación actual por la reducción de la demanda de importación de combustibles fósiles, lo que mejorará además la seguridad energética al ser sustituida esta fuente por energías autóctonas.
Por otro lado, las medidas contenidas en el PNIEC no solo consiguen reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) sino también las de los principales contaminantes primarios asociados con la calidad del aire. La mejora en la calidad del aire del conjunto del país se traduce en una disminución de los daños a la salud en forma de menos muertes prematuras, que se reducen en un 27% sobre un contexto sin medidas.