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05 May 2021

Biomasa forestal y cambio climático, biocombustibles y biorrefinerías, temas clave en el Informe Anual de IEA Bioenergy

El pasado mes de abril, IEA Bioenergy publicó su Informe Anual 2020 en el que resume los avances logrados en cada una de las 12 tareas en ejecución en ese año y proporciona información detallada sobre temas clave como biomasa forestal y cambio climático, biocombustibles para transporte y biorrefinerías.

Muchos medios de comunicación, en los últimos meses, han expresado su preocupación por los efectos climáticos derivados del uso de la biomasa forestal. Como algunas declaraciones parecían reflejar conceptos erróneos, IEA Bioenergy preparó en agosto de 2020 un breve documento con datos clave sobre el uso de la biomasa forestal para la mitigación del cambio climático.

La medida más importante para hacerle frente a la crisis climática es lograr la transformación en la energía, industria y transporte. ¿Cómo? Sustituyendo los combustibles fósiles por biomasa procedente de bosques gestionados de forma sostenible. De esta manera, se contribuirá a reducir el CO2 atmosférico en un espacio de tiempo suficientemente corto para lograr estabilizar el clima.

Por otro lado, el informe destaca el papel clave de los biocombustibles para descarbonizar el transporte. Existe una necesidad urgente por descarbonizar nuestra sociedad, concretamente, el sector del transporte por carretera es un desafío específico ya que la demanda de transporte está creciendo, al igual que las emisiones de GEI del sector.

Según el informe, la movilidad eléctrica impulsada por energías renovables no podrá resolver esto por sí solo y se necesitarán biocombustibles para cerrar la brecha entre los objetivos de reducción de emisiones de GEI y las emisiones reales proyectadas. De ahí que se concluya que para descarbonizar el sector del transporte se necesitará combinar la movilidad eléctrica renovable con combustibles sostenibles.

Por último, IEA Bioenergy ve necesario el desarrollo de las biorrefinerías ya que pueden tener un impacto muy valioso en la sostenibilidad, la bioeconomía y la economía circular. Y es que la biomasa de origen sostenible es esencial para lograr la neutralidad climática por su potencial de sustitución de materiales de base petroquímica.